miércoles, 27 de febrero de 2013

Canciones que marcan una época en tu vida: Diciembre de 2011

No se si os habrá pasado alguna vez. Escuchar una canción en un momento determinado de el año y no parar de escucharla hasta que escuchas otra en otro momento. Ami me pasa constantemente. Escuchando música la mayor parte del día, siempre hay alguna especial.

En este periodo, concretamente en Diciembre de 2011, a finales creo recordar, empecé a escuchar casi a cada minuto la canción de Mecano "Hijo de la luna". Por aquel entonces y como ya he citado en el año 2011, estaba preparando con mi nueva orquesta los tradicionales valses de la familia Strauss, marchas, y demás repertorio. El "Danubio azul" me ha encantado desde siempre pero no caló en esa época.

Recuerdo que cuando empecé a escuchar esta canción, fue sobre el día 23 de diciembre. A un día de la nochebuena, me dio ese recuerdo nostálgico que te dan esas canciones que ya habías oído antes.

Recuerdo que el día de nochebuena estuve todo el día y sin exagerar escuchándola. Se convirtió en parte de mi. Será por su letra algo extraña (para mi gusto) o esa melodía pegadiza del piano, pero tiene ese algo que te enamora y te tranquiliza. Una armonía muy buena. Gracias a esa canción, me he emocionado, me he ilusionado e incluso se la he recomendado a mis amigos y ha tenido el mismo efecto que conmigo. Si en esa época ya estaba ilusionado con la Navidad y con el tan esperado concierto, esto me dio un empujón hacia mi climax personal y mental.

Después de un tiempo la dejé de escuchar, y me cambié a Maria Jimenez.

Aquí os dejo la canción, haber si hace el mismo efecto en vosotros. Espero que os guste.

http://www.youtube.com/watch?v=POgViZ_Zcek

domingo, 24 de febrero de 2013

Vivencias del año 2011

Este año comenzó muy emocionante. En primer lugar, el trimestre que había terminado en diciembre del año anterior había sido muy satisfactorio en cuanto a trabajo y rendimiento. En segundo lugar, empecé con muy buen pie, me explico. Empecé el año con toda mi familia unid ay apoyándome en tantas decisiones como yo eligiera. Eso te da un doble impulso para intentar conseguir aquello que deseas con todas tus fuerzas. En los primeros meses de aquel año, comencé a escuchar el doble o triple de música clásica. A conocer autores que jamás había oído obras alguna, a comprender la verdadera esencia de aquello que hacía,... En una de las agrupaciones musicales donde yo estaba, dábamos conciertos casi con cierta frecuencia en pueblos cercanos a la comarca donde hoy escribo estas letras. Me aconsejaron hacer estudios de lenguaje musical pero mas duros de los que hasta ese momento había realizado. Fue ahí, donde esa decisión que tomé, fue un viaje de perros y un quebradero de cabeza tanto en mi como en mi alma. Acudí tardíamente a esas clases. Conocía poco a la profesora que lo impartía pero me dio una sensación extraña al ver sus rasgos. No me dio buena espina esa mujer. Y estaba en lo cierto. Fue el peor curso de lenguaje musical que he dado en mi vida. Había reproches por los dos lados. La clase, estaba colmada de un gran favoritismo hacia uno de los alumnos que allí estaba. Poco a poco empece a ver que esto no es tan fácil y que la música te puede llegar a dar hasta un terrible asco. El problema lo tenía ella. Yo creo, a mi parecer, que aquel que imparte clases sin vocación es perdiz muerta. Aquella señora me hacía cuestionarme la existencia en aquella clase. Pero yo no me iba a quedar callado. No estaba dispuesto a pasar ninguna mas. Hablé con mi tutor y le conté lo que había. Si ella me volvía a faltar al respeto yo me iría, pero no de cualquier manera. Me iría haciendo lo que nunca me he atrevido a hacer: hablar sobre alguien y sobre su situación. Desde ese momento, aquella profesora aflojó y la clase la pude sobrellevar lo mas leve que me fue posible. Siguió habiendo mucho peloteo en aquella clase. Normal, la familia del alumno y aquella funcionaria se conocían de mucho tiempo. Incluso los tributos se hacían presentes en cada clase. Fue muy lamentable. Finalmente, llegue al verano de aquel año. Fue un verano un poco extraño. Tensiones en mis círculos de amistad, amores no correspondidos ( no por mi parte) y un sinfín de historias que tristemente apagaron aquel verano tan prometedor. A la vuelta de las vacaciones, aproximadamente en el mes de octubre recibí una llamada. Era la directora de una orquesta de mi ciudad. Quería tenerme en su orquesta. A priori, la idea de pertenecer a una orquesta "seria" me atraía, pero las muestras de purismo y "sabelotodismo" que se dan en ellas me echaba para atrás. Lo pensé bien, y decidí ir. Al principio fue muy raro. Toda la gente fijaba las miradas en los nuevos esperando al mas mínimo error para crucificarte. Ensayamos duro y nos dieron la opción de realizar el concierto de año nuevo de 2012 de nuestra ciudad. En ese momento, cuando se aceptó la propuesta, mi mente se convirtió en una mezcla ente fantasía y ensueño. Ese periodo de ensayos, especulaciones, participaciones, y muestras de algunas de las mas famosas obras que se tocan en Viena, dio paso a la navidad. Para mí, la navidad de 2011, fue el culmen a un año perfecto. Madure lo suficiente, me formé como músico y creía en mis posibilidades. Esas navidades fueron un momento único. Cada villancico que sonaba, me hacia querer con mas fuerza que llegara el 1 de enero. lo deseaba, quería que llegara ese momento. Era mi primer concierto de año nuevo, y lo disfruté como se merecía.

Vivencias del año 2010

De este año 2010, tengo bastantes recuerdos. España ganó el mundial de fútbol, conocí  a gente maravillosa, etc.. pero en el ámbito musical, fue un año bastante importante para mi. Tuve que elegir entre mi violín o el resto de cosas comunes que la gente que no es músico realiza. La decisión me costó bastante. Pero mi respuesta creo que en gran parte fue obvia. Elegí seguir tocando el violín ya de manera mas "profesional" a la que llevaba haciendo hasta ese momento. Decidí que me prepararan para ir al conservatorio. Ese año recuerdo que trabaje mucho y me esforcé mucho para luego llegar a nada. Quería todo en un momento y deje atrás a todo lo que hasta ese momento había querido. Monte obras, aprendí escalas, estudios, etc para luego llegara a que? a nada. Fue un poco decepcionante. Después de tanta ilusión.. me hizo pensar que quizás esa idea de ser algo a lo que adoraba no mereciese la pena. Que el esfuerzo no servia para nada y la ilusión no era como su nombre indicaba sino una obligación semanal mas. 
Hubo un periodo de reflexión. Aquel verano de 2010. En aquel lugar donde paso las vacaciones conocí a gente de mi condición: personas que amaban la música clásica, que la sentían como algo mas en su vida, que pese a su edad (ya muy longeva) habían vivido tiempos de mucho calvario. Comentando mi situación con aquel gran hombre, me di cuenta de que aquello que  pensaba que era indecisión, a sus ojos no eran mas que tonterías típicas de un joven indeciso. Al escuchar  su historia, me di cuenta de que había mucha gente que deseaba mi continuidad y que de una manera oculta, me apoyarían desde lejos. Al acabar ese verano y empezar el curso de 2011, me senté a hablar con mi profesor. Llevaba las ideas muy claras: quería continuar y madurar en la música. El no las tenía tan claras. Quizás porque había sido un niño poco corriente, o porque en mis inicios todo me diese un poco igual. Pero una cosa estaba clara, le demostraría que yo no estaba ahi de casualidad y que me iba a ganar un hueco en esta sociedad musical.

Os presento mi nuevo blog.

Hola a todos. He decidido crear este blog para contaros mis vivencias y sentimientos en el mundo de la música  del que formo parte desde hace... no me acuerdo ni yo! Espero que os guste mis publicaciones y que nadie se de por aludido si menciono alguna etapa en la que me haya sentido frustrado o enfadado. COMENZAMOS!! Un saludo